CUENTO DE NAVIDAD

Era una fría noche, víspera de navidad. Estaba yo durmiendo en en suelo de la cocina, como ya es habitual, cuando un fuerte ruido me despertó.Cuando abrí los ojos, vi delante mío a una extraña figura que, a paso lento, se iba acercando. Vestía una túnica blanca con manchas que parecían de sangre, y en su mano derecha asía un gigantesco bastón de mando. Paró de golpe y con una débil vocecilla rompió el silencio: Soy el Fantasma supremo -dijo-, he venido a anunciarte la inminente visita de los tres fantasmas de la navidad, los cuales van a revelarte LA VERDAD. Luego de decirme esto, me cantó el himno de la legión y se fue. Yo quería volverme a dormir, pero enseguida la profecía comenzó a cumplirse:

- El Fantasma de las navidades pasadas apareció con un gran estruendo. Portaba una gruesa túnica de seda azul y llevaba las manos repletas de anillos y otras piedras preciosas. Con una voz altiva y enérgica, empezó a hablarme de un país lejano, la envidia del mundo, un país unido, sin fisuras, de economía poderosa, un país donde olía a rosas y todo era maravilloso, donde las personas vivían en perpetua felicidad, adorando con devoción a su dios único y a su bandera, única también. En definitiva, un país de ensueño. Al acabar su oratoria, me dijo algo ininteligible en inglés y se fue.

- El fantasma de las navidades presentes apareció poco después, de forma sigilosa. Estaba desnudo, lleno de heridas, y llevaba una larga soga rodeándole el cuello. Con voz temblorosa, comenzó a hablarme también de un país, pero en esta ocasión era un país al borde del abismo, sumido en la crisis, roto, en el culo del mundo. Un país que olía a carne quemada y donde las personas, que habían perdido la fe y los valores, sufrían terribles tormentos. En definitiva, un país sin futuro ya punto de estallar en pedazos. Cuando el cansino espectro acabó de hablar, comenzó a llorar y desapareció.

- El fantasma de las navidades futuras, ya no se muy bien como vestía ni tampoco si llegó decirme nada. Tal como lo vi aparecer, le pegué una patada en el culo y salió volando por la ventana.

FIN DEL CUENTO

FANTASMAS NO, GRACIAS