Tras un trabajo de recopilación de datos de nuestros servicios de investigación (para que nos entendamos, espías) hemos podido conseguir este decálogo sobre las relaciones amorosas en nuestro país enemigo, para así poder conocer como interactúa su sociedad y recopilar información para otro futuro ataque. Sin más dilación:
1. Nunca digas “
Te quiero“. Jamás. Hay miles de palabras que puedes usar para combinar y decir más o menos lo mismo. Como por ejemplo:
Me caes bien, no me importaría pegarte un buen polvo, pues con la luz apagada tampoco eres tan fea… Cualquiera de estos sinónimos puede servir. Pero no se debe olvidar nunca que las palabras “
Te quiero” activan una función escondida en el cerebro femenino que es
irrevocable. Una vez activada dicha función, las palabras tendrán que ser repetidas de manera periódica y con entusiasmo, causando serios problemas en el caso de no ser capaz de recordar cuando fue activada dicha función por vez primera.
2. La primera cita deja las cosas claras. La cartera, te la dejas en casa. Total, tienes que dejar bien claro desde un primer momento que no piensas pagar nada. Dile la verdad, que tienes que ahorrar para tintarte las lunas del coche o que el finde que viene habéis quedado con unos amigos para echaros unas putillas. En eso las mujeres tienen razón… Es mejor ir con la verdad por delante.
3. Ellas vienen con un defecto de fábrica que les hace decir tonterías como que “la belleza está en el interior” y gilipolleces similares. Todavía no conozco a ningún tío que se lo hayan ligado haciéndole un test psicotécnico. Dejaros de tonterías. Nosotros nos fijamos en las tetas y ellas en el culo, así que no intentes parecer más listo de lo que eres. Esto es muy importante. A las mujeres, además de cabrones les gustan idiotas. No vaciles de que has leído mucho en tu vida. Di que no te lees ni los manuales de la play. Eso les encanta. Los tíos listos a la larga sólo causan problemas. Las mujeres listas causan problemas desde el primer momento.
4. Mira a otras chicas en su presencia. Eso hará que vea que no es especial y que cualquier zorrilla de esas sería una seria candidata a sustituir su prescindible labor. Coméntale lo que ves y lo que te gusta. “-¿Has visto que culo más guapo tiene la rubia? - ¡Joder, menudo polvazo le pegaba a la morena aquella!“. Si alguien te mira, házselo saber. Como sienta que es especial o única, pronto empezará con las tonterías de los regalos y demás pijotadas que no llevan a ningún sitio más que a tu ruina económica y a la frustración de tintar las lunas de los coches.
5. Quedar siempre en la puerta de tu casa. Tu no eres el chófer de nadie y no tienes porqué ir a buscarla a casa. Está demostrado que los tíos que van a casa de sus novias a llevarlas y a traerlas tienen más posibilidades de morir de cáncer de pulmón. No me preguntes el porqué, pero es así. Y punto.
6. Y punto. Nunca olvides esta expresión. Cuando parezca que se va a iniciar una discusión, no dudes en usar estas dos palabras mágicas. Y punto. “Nanananananana.. ¡Y punto!” Fin de la discusión. Si sigue con ganas de guerra amenázale con dejarla. Es probable que llore, pero eso no es cosa suya. Tu eres un hombre y los hombres no lloran. Por encima de todo y por muchos llantos que se pegue, recuerda el punto 1. Jamás la consueles ni le digas “Te quiero“.
7. Otra frase de oro: “Para mi todos los días son especiales“. Si te olvidas del día de su cumple o del aniversario (algo completamente normal porque tu no eres una puta agenda y encima recuerda que eres tonto..) siempre puedes usar la frase: “Es que para mí todos los días son especiales. “ Y si ves que se pone tonta lo redondeas: “Es que para mí todos los días son especiales… ¡Y punto!” Por supuesto, nada de regalos. Lo que vas a vacilar con tus lunas tintadas…
8. El orgasmo femenino es un mito. No existe. Al menos, no está demostrado. Tu vas, la metes, y te corres. Y si ella se queda con ganas de más, le dices que deje de fingir que ya sabes la verdad sobre el mito del falso orgasmo femenino. Es una falacia para hacernos sudar más. A poder ser que se ponga ella arriba y que brinque al ritmo de música máquina. Pum pum pum pum. Tu siempre puedes recostarte un poco y fumar un cigarrillo o darle tragos a un cubata mientras ella bota en búsqueda de su falso orgasmo femenino. Naaaaaaaaaaa.
9. Después del sexo nada de caricias. Si quiere caricias y abrazos que se compre un puto peluche. El hombre duro, cuando se corre, se desprende de toda razón de ser. Además, al ser tonto, no podemos casi con el esfuerzo enorme que supone intentar mover los brazos para realizar ningún movimiento. Es por eso que lo mejor es cerrar los ojos, tirarse un buen pedo para liberar tensiones (además, con un poco de suerte ganarás espacio en la cama, ya que es probable que se vaya…) y ponerse a roncar a lo Luciano Pavarotti. Con un par… ¡Porqué tu lo vales!
10. Y no menos importante… Recuerda que para ti ella no importa en absoluto. Si tienes que decidir entre tus amigos o ella, que le den por culo, siempre tus amigos. Si tienes que dejar algo por ella, que le den por culo, a ver que cojones se ha creído. Ella simplemente es el medio para llegar al fin: el orgasmo masculino. El auténtico. El que sabemos que existe porque salpica. Una vez hemos conseguido el fin, a la mierda. Recuerda que si haces esto, las mujeres vendrán a ti como moscas a la miel. Las mujeres son especialistas en buscar a tíos que hacen eso. Comportándote así les estás dando lo que quieren. Serás el puto amo…
Nuestro servicio de espionaje se encuentra actualmente intentando recopilar más información sobre este decálogo con la ayuda del
grupo de liberación de las mujeres Silandesas.Etiquetas: Humor y Frikadas, Ministerio de Drogoadicción